La sociedad japonesa está intranquila e insegura tras los sucesos ocurridos en estos últimos días de masacre. El Indice Nikkei (Bolsa de Tokio) ha llegado ha caer los 9000 puntos tras las inyecciones económicas del Banco Estatal de Japón. Este terremoto ha sido crucial para la economía japonesa, debido a que el último trimestre del 2010 estaba en recesión, y el número de desempleados era alto. Las factorías de conocidas marcas automovilísitcas han tenido que cerrar durante un determinado número de días, y su capital ha disminuido considerablemente.
Lo peor que está sucediendo, son los problemas que ocurren en la central de energía nuclear de Fukushima, al noreste del país. Hay contratiempos en los reactores 1, 2 y 3 de esa central. 180 operarios o "heroes", como los denominan los japoneses, intentan solucionar los problemas con las pequeñas fugas. En un radio de 20 kilómetros a la redonda de Fukushima no queda absolutamente nadie, ya que las autoridades los han evacuado por precaución. Los efectos radioáctivos se extienden hasta la capital, Tokio, y algunas fuentes indican que si se produciesen alguna fuga de mayor tamaño, se podrían propagar los efectos por todo el Pacífico. Mientras las autoridades reparten Yodo para combatir la radioactividad.
El emperador Akihito, pide resistencia y ayuda mutua entre los japoneses.
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